He pensado (a veces pienso) que si publicaba Monodía III sin sus otras partes, quien no las hubiese (o hubiera??) leído tendría que ir para abajo a buscar las entradas para entender esto un poco, así que vuelvo a publicar las I y II para ayudar a su entendimiento (si alguien entiende algo).
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*perdonad (nuevamente) los acentos añadidos u omitidos...pero tenían que afinar con do escrito*y perdonad los enlaces algo "scherzados"...no sirven para aprender pero...para distraer creo que sirven, por lo menos a mi
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N
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Había llegado
Benjamín Oliver, conocido como
BemOl.
Era un
monodía como otro cualquiera hasta que BemOl llegó, y lo hizo
allegro con moto pero
ma non troppo.
En la
redonda plaza del pueblo se paró.
Miró a un lado y a otro y, como había hecho en
tiempo andante, se acercó a la
barra.
No sé cuánta
duración le mantuvo allí pero lo cierto es que no paró de trabajar con su
compás.
Cuando puso fin a su trabajo, pagó su cerveza
blanca y se marchó.
Nadie sabía a que se dedicaba.
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Al día siguiente lo vi
accelerando a pie por las calles !quizás dejó la moto y decidió ir a pie ya que el
clúster de los coches no avanzaba!... El caso es que corría a
negra=144
La
intensidad de sus pasos iba en
crescendo así como su
velocidad accelerando.
Se detuvo
súbitamente y volvió a sacar el
compás ¿?
Nadie sabía a que se dedicaba.
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Piano piano se marchó. Esta vez
adagio y con algo de
ritardando...me pareció que lo del
clusters no tenía nada que ver.
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II
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Volvió a la
redonda plaza del pueblo. Volvió a entrar en el
bar y volvió a acercarse a la
barra...Bueno, la verdad es que
BemOl veía
doble barra debido a su aturdimiento.
Se quedó un rato más largo de lo habitual. Esta vez no sacó el compás...seguía aturdido.
Tampoco pidió cerveza
blanca. Esta vez quiso tomar una
negra taza de café, bien caliente.
En un momento de
fermata recordó cómo empezó lo que iba a ser su dedicación prioritaria en la vida y, en ese momento, se dio cuenta de que le había
picado el abejorro que le
rondó por un rato, y
minueto ronchón le hizo.
El dueño de
BarRoco, el bar de la
redonda plaza del pueblo, le indicó el lugar dónde podía comprar una crema, llamada
tarantella, para estas picaduras.
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Hacía frío y era de noche. El olor a pescado era algo insoportable para BemOl, y el lugar, solitario y poco iluminado, no le gustaba. Además el sonido del muelle le agobiaba.
Escuchaba su
pulso cada vez más
forte a medida que se acercaba a
Port. Amento, lugar que le indicó el señor
Scher Zo -el dueño de BarRoco-...siiii, el de la redonda plaza del pueblo.
Esperaba comprar
la cremita y salir de allí todo lo
presto posible.
Y
la compró.
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Algo que no había hecho era preveer el
transporte de vuelta y a esa hora le sería dificil encontrar
taxi o
autobús.Andante un ratito y
adagio otro llegó por fin al Hotel
Fonía donde se alojaba desde el primer
monodía. (uy!! al
repentizar me ha salido un verso)
En el camino recordó a su compañera Mel que desde el primer momento no quiso acompañarle.
Pensó que era lógico, ya que
Mel odia lo entregado que estaba a esta dedicación exclusiva.
La añoraba. Pero ambos hablaban distinto
lenguaje en la vida, y no podía haber
unísono entre ellos.
Solo Mel sabía a que se dedicaba.
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Acorde pasaban las horas también pasaba el -fríoaturdimiedo- de
BemOl.
Preparó su compás y se dispuso a salir a la calle a dedicarle la jornada mañanera a su búsqueda.
Había quedado con el señor
Gliss Ando, propietario de un establecimiento cuya fachada pintó en una
tonalidad que dejaba asombrados a todos.
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III
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Asombrados quedaban los visitantes con la
tonalidad de fuera, es verdad. Pero con
la de dentro, toda
cromática,
re quedaban perplejos.
Era un establecimiento muy antiguo que había tenido muchos propietarios, aunque siempre mantuvo su nombre: Casa de Gregor Iano -el fundador-. Sí cambió bastante en estos años la decoración y, la actual -realizada por una artista contemporánea de la que no recuerdo el nombre- parecía llevar poco tiempo terminada, aún olía a... "nuevo".
El caso es que BemOl, que se encontraba más vivace por el efecto de la tarantella, había quedado con el propietario porque estaba convencido de que le daría, al fin, la ansiada respuesta que buscaba y que un monodía le trajo hasta este pueblo.
Cuando el señor Gliss Ando le abrió la puerta dejo ver su carácter dominante y le hizo cumplir con su rigurosa tónica de atención al cliente:
primero- debía desprenderse de todo el metal que llevase, incluso de su compás;
segundo- durante su estancia en ese espacio no podía pronunciar voz alguna;
tercero- no debía haber rubateo en su atención ya que debía leer entre líneas lo que le iba a comentar.
-El primer y segundo punto podrían variar la acústica de la sala y con ello la modulación de la clave, necesaria para que BemOl cumpliese su objetivo, saldría con datos erróneos. -El tercer punto es lógico. El señor Gliss Ando le advirtió de que no habría repetición.
Hizo todo lo que le pidió (no le quedaba otra) y parece que encontró su recompensa puesto que salió de allí muy allegretto, sabiendo bien a dónde dirigirse...sí, al Taller 3332.
!!Su compás no funcionaba!!...!!!!Esa era la respuesta!!!! La respuesta a por qué no encontraba solución a su problema.
El "Pizzi", el sujeto del taller, se dió prisa arreglando el compás y, presto, BemOl salió aún más allegretto. Se montó en su 6x8 (el 4x4 se lo rubatearon después de que la b desapareciera) y se encaminó hacia su cadencia.
En un intervalo corto de tiempo llegó...por fin!!! sacó su inseparable compás (bueno, menos en el Gregor Iano) y el ""apunteborradormapa"" que había escrito recordando todo lo que Gliss Ando le contó:
--el Metro no mola...tb...asostenido en un atril?...aL
...el sol...cuando el reloj...PdF pq...de...!! .fa una altura?
ÑLlo + import la dinááámica ???!!!a
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Cuando BemOl con su recién arreglado e inseparable compás acabo de medir la distancia entre su estado fundamental y el actual lo comprendió todo. Se quedó algo calderón por un instante...y se montó en su 3x8 (esta vez le habían sustraído 3 redondas ruedas de su 6x8).
Salió del pueblo sin más.
Nadie supo a que se dedicaba. Solo sabían que un monodía había llegado y otro se había ido.
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Ah!! pero nosotros lo que sabemos es que en este pueblo se dedican a hacer disminuir los bienes de los demás (vamos que son unos rubateros)
En cuanto a BemOl... he hecho mis averiguaciones y resulta que:
Se fue al pueblo vecino y allí parece que concluyó su búsqueda. Ahora anda en un estado de absoluta felicidad junto a Mel (su amada compañera).
Por fin aceptó su enarmonía, comprendiendo que si antes había sido Sol sostenido, desde que conoció a Mel se transformó en La bemol y no se había dado cuenta. Por fin pudo entregarse al romanticismo.
A partir de entonces a este dúo se le vió -borrando el aire de los recuerdos- quizás para no dejar modo ni forma de su anterior y sonata vida.
Así acaba la Obertura de un monodía cualquiera.
Mel y BemOl fueron felices y comieron corcheas
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Bueno, bueno...este es el final que Lola ha querido poner mientras yo hacía una pausa. El verdadero final do es nada `chopinniano´, mi siquiera feliz y mucho menos que corcheas...!ni fusas comieron!.
La amada del -prota- de todo esto era SOL sostenido y, dado que él era LA bemol, su unión como pareja armónica no podía salir adelante, por eso BemOl buscaba su becuadrización.
Do la encontró jamás y seguiría siendo un rebajado mientras su amada estaría elevada para siempre. (Ella pasaba re él desde el principio porque lo sabía y do quería ligaduras)
Y esto es do que hay. Más que romanticismo lo que hubo fue una impresion ismográfica de fa realidad.
Extractos...
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