Este año el fuego ha sido el terrible protagonista de nuestros paisajes, quemando y hasta calcinando demasiado.
Demasiado en La Coruña, Asturias, León, Cáceres, Madrid, Toledo, Ciudad Real, Huesca, Zaragoza, Guadalajara, Girona, Barcelona, Tarragona, Valencia, Alicante, Murcia, Málaga, Tenerife, La Gomera, La Palma...
Importantes espacios protegidos se encuentran entre los afectados: el Parque Nacional de Garajonay en La Gomera, Cabañero en Ciudad Real, el parque del Alto Tajo en Guadalajara, Fragas do Eume en A Coruña, gran parte de la Reserva Mundial de la Biosfera -de la Unesco- en Málaga....
Se han quemado hogares, lugares, sueños y proyectos y lo peor es que tristemente algunas personas han sido víctimas mortales de las consecuencias del desastre. Desde aquí mis condolencias a las familias.
Lamento muchísimo las pérdidas de la gente del campo, del pueblo. Esa gente que todos lo días se levantaba en un paraje, posiblemente único. Esa gente que ha perdido su forma de vida, perdiendo incluso a sus animales, a esos que les habían acompañado durante, a veces, una vida. !!Es tanto lo que han perdido!!
No puedo imaginarme cómo se deben sentir todas las personas afectadas por el hambre del fuego. No tengo idea porque nunca he tenido que vivir semejante calamidad, solo puedo sentirlos y, desde aquí, enviarles mi apoyo y transmitirles mi pesar.
Este año el fuego se ha alimentado de unas 165.000 hectáreas y aunque esperamos que se haya saciado, todos sabemos que estos fuegos nacen de diversas maneras, sea por imprudencia, por especulación, por enfermedad mental o por placer personal. Pero...¿Tienen los recortes la culpa de que algunos no se extinguiesen con prontitud? El gobierno debería asumir también su responsabilidad ante estos hechos ¿o no?
Quiero decirles a los imprudentes que aprendan del desastre que han ocasionado y se mantengan alerta para no incurrir en ello de nuevo. Por supuesto los pondría a limpiar las zonas quemadas y a algo más...
A los especuladores les digo !arded en el infierno, pero arded en vida!
A los que padecen una enfermedad mental...no sé que decirles. Ojala alguien se ocupe de ellos...
A los que gozan encendiendo la mecha, a esos que obtienen placer personal....a esos....los pondría por mucho tiempo encima de una gran llamarada sin que se quemen, pero que sientan el fuego cercano a "sus carnes"
¿Cómo?...si, es verdad....estoy siendo visceral visceral por eso no voy a opinar públicamente sobre la responsabilidad que creo tiene el gobierno.
Ha habido otro fuego este verano, pero no uno más, uno de los más horribles y bárbaros que jamás habría imaginado. Uno que no tiene ni explicación ni justificación humana, ni perdón de nadie. No voy a escribir lo que haría con el tipo que lo provocó...no, me lo guardo. D.E.P los niños Ruth y José.
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